El Panel de Contaminantes de la Cadena Alimentaria de EFSA ha evaluado los riesgos de la presencia de Níquel en alimentación animal, tanto para la sanidad animal y el medio ambiente como para la salud humana.

Sanidad Animal

El Panel ha estimado los niveles de exposición a níquel a través de la alimentación para los siguientes animales: vacas, cerdos, conejos, patos, peces, perros, gallinas, caballos, ovejas, cabras y gatos. Comparando estas estimaciones con los niveles de efectos adversos no observados (NOAEL) y los niveles de efectos adversos más bajo observados (LOAEL), el Panel de EFSA concluyó que para todos los animales estudiados es poco probable cualquier efecto adverso de níquel a través de la alimentación.

Medio Ambiente

El Panel igualmente concluye que la liberación de níquel al medio ambiente a partir de estiércol, como resultado de su presencia en la alimentación animal, no es un contribuyente importante ni para el medio ambiente ni para los suelos agrícolas.

Salud Humana

En la evaluación del riesgo realizada para la salud humana debido a la presencia de níquel en los alimentos, considerando solo los alimentos de origen animal, el Panel de EFSA concluyó que los niveles actuales de exposición crónica a níquel podrían ser motivo de preocupación en la población más joven, especialmente en los niños.

En cuanto a la exposición alimentaria aguda, el Panel concluyó que las personas sensibilizadas al níquel también están en riesgo de padecer reacciones cutáneas a través del consumo de alimentos de origen animal.

Como consecuencia, el Panel concluye que la contribución de los alimentos de origen animal a la exposición alimentaria humana a níquel no debe ser subestimada, sobre todo en las edades en las que hay elevada exposición a este metal.

Dictamen Níquel en alimentación animal (EFSA)